Tal vez sea una anomalía, un síntoma de alguna malformación esto de empeñarse en congregar lectores en torno a un autor. Posiblemente tenga poco sentido en estos tiempos en que las nuevas tecnologías facilitan ese acercamiento a través de redes sociales, blogs, vídeos o páginas Web. Hace unos meses, la separata cultural de un conocido diario planteaba esta cuestión y no eran pocos los autores que consideraban los festivales literarios una incomodidad que les despistaba de su habitual rutina diaria. Quizás estén en lo cierto y sea una piedra en el zapato eso de verse en el dilema de aceptar una invitación a una mesa redonda, a cambio de unos honorarios habitualmente modestos, pudiendo dedicarse a mejores menesteres como escribir, disfrutar de una agradable compañía o adentrarse en las páginas de un buen libro.
En cualquier caso, y como todo anverso tiene su reverso, tampoco es menos cierto que hay creadores para los que estas iniciativas suponen la oportunidad de acercarse a quienes leen sus obras y esperan conocer sus opiniones y saber de su escritura.
Pero estas cosas acostumbran a pasar allí donde uno espera que pasen, ciudades grandes donde se presume que las inquietudes culturales están más presentes, donde hay público dispuesto a responder a la oferta y donde los eventos consiguen la notoriedad esperada. Ahí presentan sus novedades las editoriales, invierten las administraciones y recalan los mejores autores, esos que acaban por convencerse de que exponerse ante sus lectores forma parte de un manual de convivencia necesario porque beneficia a toda la cadena trófica que constituye el mundo del libro. Aunque sería injusto descartar de esta nómina aquellas ciudades o municipios discretos donde la confluencia de los astros benefactores y el tesón de los organizadores han permitido a poblaciones modestas alcanzar una importante relevancia cultural.
Luego están las otras periferias. ¡Ay!, las otras periferias. Esos lugares donde algunos (pocos), con más tesón y empeño que oficio y como quijotes sin escudero, hemos querido inmiscuirnos y hacernos partícipes de unas iniciativas que, salvo honrosas excepciones, están reservadas a los gestores públicos dirigidos por concejales de cultura sobrevenidos o a colectivos supuestamente independientes, que disimulan su calidad de intestinos bien nutridos a cambio de corrección política y fidelidad inquebrantable.
Y aunque la crisis económica vino a torcer ligeramente el brazo de algunos y las advertencias de que la cultura está obligada a buscar nuevas fuentes de financiación resuenan cada vez con más fuerza, poco han cambiado las cosas en las otras periferias.
A lo largo de quince años he tenido la oportunidad de poner en marcha diferentes iniciativas, proyectos sencillos, de pretensiones modestas y con recursos muy limitados pero que me han permitido colaborar con un centenar largo de autores, editores, periodistas, libreros e instituciones culturales. Uno de los proyectos más consolidados han sido las jornadas VISOR, en colaboración con el ayuntamiento de El Vendrell, municipio donde llevamos a la práctica once ediciones ininterrumpidas que permitieron acercar hasta esta población tarraconense la voz de importantes representantes de la literatura catalana actual y de otras geografías del país. Hasta el año 2015, en que una concejala de cultura de esas sobrevenidas, conservadora, nacionalista y patriótica, vino a decidir sin previo aviso que los proyectos integradores y abiertos no tenían cabida en su estilo de gobierno.
Pero nada está perdido. Las patadas en el culo siempre avientan hacia adelante y de uno de esos aventones aterricé en el Hotel Le Méridien Ra donde solo necesitaron una hora para entender lo que unos políticos municipales no consiguieron asimilar en doce años.
Le Méridien Ra está ubicado en la Playa de Sant Salvador, esa magnífica franja de Costa Dorada de la que forma parte el barrio marítimo de El Vendrell y que se extiende hacia el sur a lo largo de siete kilómetros de costa. Este alojamiento hotelero es un destino turístico de alta calidad, recientemente galardonado por la revista National Geographic Traveler Rusia como el mejor hotel de playa de España de 2016. Entre sus planteamientos empresariales han decidido que la cultura es también un activo a considerar y que establecer vínculos con la literatura es una apuesta con la que se quiere ofrecer a clientes y visitantes algo más que un recurso vacacional privilegiado.
Transversal’17, I Jornadas de Literatura Le Méridien Ra es la reciente apuesta cultural en cuya organización está implicada Bracket Cultura y que permitirá un nuevo desembarco literario en El Vendrell. En ese entorno, los días 19 y 20 de mayo, el pintor Marc Pérez Olivan presentará una colección de nuevas obras basadas en sus más emocionantes lecturas, los músicos Aco Pulgar y Juan Toledano acompañaran los relatos de una jam sesión mientras que David Castillo, Sabino Méndez, Rosa Ribas, Carlos Zanón, Alberto Rey, Álvaro Colomer, Rosa María Calaf, Toni Iturbe, Manuel Vilas, Sergio Galarza, David Roas, Cristina Fernández Cubas y Fernando Iwasaki debatirán sobre los vínculos entre la literatura y la música, sobre la evolución del género negro en la literatura y en las series de televisión, se hablará sobre el periodismo y la literatura en los conflictos bélicos, sobre el paisaje como argumento narrativo y se tratará la figura del monstruo en la literatura fantástica. Matías Néspolo y un servidor haremos de moderadores, si hay algo que moderar.
La asistencia a las jornadas TRANSVERSAL’17 – I JORNADAS DE LITERATURA LE MERIDIEN RA es gratuita previa inscripción en la página:http://transversal17blog.wordpress.com
Le Méridien Ra Beach Hotel & Spa
Avinguda Sanatori, 1 · El Vendrell, 43880
www.lemeridienra.es